El día 17 de diciembre de 2014 o sea 25 del mes lunar de KISLEV (en el calendario Hebreo de noviembre a diciembre) del año 5,775 dio inicio “Hanukkah” que se celebra durante 8 días, terminando el día 24 de diciembre o sea el 2º. De Tebet. Esta fiesta es conocida también como la “Fiesta de Las Luminarias o de las Luces”
En hebreo la palabra quiere decir «dedicación». Fue establecida por Judas Macabeo, en el año 164 antes de Cristo, después de que Antíoco Epifanes saqueara y deshonrara el templo y profanara el altar. Cuando en Palestina, bajo el reinado sirio, se trató de imponer conformidad política y religiosa, llegando a violar el Templo de Jerusalén al dedicarlo al dios Zeus. Esto recibió como respuesta la resistencia judía, (de los Macabeos) que pronto se convirtió en rebelión armada y logró prevalecer. La Mishna relata que al purificar el Templo sólo se encontró suficiente aceite santo para mantener la llama eterna encendida por un día, pero por un milagro éste duró ocho días.
Se transformo en una fiesta de alegría nacional, por eso cada día de la celebración se enciende una vela, la vela Mayor da luz a cada velita y esta mayor se le llama “Shamash” y representa a Yeshua Ha Mashiaj de Israel (Jesús el Mesías) quien es la luz que alienta nuestras vidas, “La Luz del Mundo”. Esta fiesta se menciona únicamente en el Nuevo Testamento en Juan 10:21.
En Hanukkah se usa la “Januquilla” que tiene 9 brazos a diferencia de la Menorá que tiene 7.
Esta fiesta judía tiene significado universal para todas las minorías que tratan de preservar su integridad contra las presiones sociales y políticas de asimilación. No conmemora la victoria militar sino la dedicación del altar del templo y la purificación del santuario.
Los judíos conmemoran esas ocho noches en las que el pueblo consiguió abolir al poder opresor. Por eso es tan importante el simbolismo de las velas y el aceite en la religión judía. Durante los días de la celebración se encienden ocho velas (una por noche) que se colocan en una lámpara. Todas las casas brillan con estas luces situadas en las ventanas, puertas o exteriores.
Esta fiesta combina el regocijo con la solemnidad. Hoy en día Hanukkah tiende a recoger algunos de los elementos populares de la celebración de Navidad. Se intercambian regalos, se decoran los hogares, y se preparan comidas festivas. Uno de los platos favoritos son unas tortillas delgadas de papa llamadas latkes y «sufganiot» (buñuelos), en recuerdo de un milagro ocurrido con el aceite. El aceite adquiere una importancia especial para la cocina. Los platos y postres tradicionales de esta festividad resuman el aceite de su fritura.
Los niños reciben Hanukkah gelt (dinero) y otros regalos. Un juego muy popular es el de la perinola llamada dreidel, que tiene las letras N, G, H, y S en sus lados, significando tomar, dar, mitad y poner, las cuales se dice que representan en hebreo: “Un gran milagro sucedió aquí.”
Las mujeres acostumbran a no realizar ninguna tarea mientras las velas de Hanukkah permanecen encendidas. Relatos, canciones, poesías, también acompañan desde hace más de dos mil años la tradición de la fiesta.
En Israel y en el mundo judío distintos juegos deportivos llevan el nombre de Macabi (Juegos Macabeos) equivalentes a olimpiadas deportivas. Hanukkah es una fiesta vigente que ha renovado su significado histórico en las luchas de Israel como fuente de inspiración y heroísmo, tal cual lo demostraron aquellos valientes macabeos.
Por último, les recuerdo que debemos tener presente que la piedra angular del actual Templo en el espíritu ha sido colocada hace 2000 años (Efe. 2:20-22) y que nosotros somos llamados a ser luces en la obscuridad en que se encuentra el mundo en estos tiempos.
MARANATHA !! JESUS VIENE PRONTO …..